Por: Francisco Tejeda
Introducción: Marcar la diferencia (a la manera de Dios) en medio de esta generación maligna y perversa, es el llamado Dios a aquellos a quienes salvó. Los resultados de marcar o no la diferencia, será inevitablemente expresado por lo demás. Es decir, que cuando las personas dan testimonio de nosotros, lo hacen porque nuestras vidas son como cartas que envían un mensaje a la humanidad. ¿Qué dice la gente sobre ti? ¿Qué dicen de tu conducta? ¿Tus amigos, compañeros de escuela, universidad, o trabajo? Muchas veces lo que los demás dicen de nosotros sólo expresa la cruda realidad de nuestra manera de ser, vivir y obrar.